Cirujano plástico denuncia recibe serios mensajes junto a su familia

El cirujano plástico Juan Raymundo Stanley Rondón ha denunciado públicamente ser víctima de amenazas de muerte y extorsión por parte de una mujer identificada como Karla Jesiel Fitch Bergés. Según el doctor Stanley, esta persona ha intentado destruir su reputación tanto a nivel personal como profesional, además de causar un profundo impacto en su entorno familiar.

Stanley explicó que esta situación se ha extendido por varios años, afectando gravemente tanto su vida familiar como su labor profesional. Señala que la mujer ha enviado mensajes amenazantes a su esposa y dos hijas, con información detallada sobre sus ubicaciones, lo que ha generado una gran preocupación por la seguridad de su familia. A pesar de haber presentado más de 40 denuncias ante las autoridades correspondientes, Stanley asegura que no ha recibido ningún tipo de apoyo efectivo ni respuesta a sus denuncias. Esta falta de acción ha permitido que las amenazas persistan.

Con frustración, Stanley expresó: «No entiendo cómo las autoridades no han hecho nada con una mujer que amenaza de muerte a dos menores de edad». Según sus declaraciones, la mujer ha tratado de hacerle la vida imposible, no solo en su hogar, sino también en su entorno profesional. La agresora ha llegado a publicar fotos de algunas de sus pacientes en redes sociales, afectando directamente la reputación del cirujano, lo que le ha causado importantes pérdidas económicas.

«Económicamente, he perdido millones de pesos, ya que su comportamiento ha provocado una disminución significativa en el número de pacientes que desean operarse conmigo», señaló el cirujano. Esta situación no solo ha afectado sus finanzas, sino que ha tenido un impacto emocional devastador en su familia, especialmente en su hija mayor, de 8 años, quien ha requerido tratamiento psicológico debido al estrés y miedo provocado por las constantes amenazas.

El doctor Stanley también expresó su desesperación ante la inacción de las autoridades: «Yo no sé qué voy a hacer, estoy desesperado. Toda mi familia sigue siendo amenazada. No entiendo por qué, después de tantos años y más de 40 denuncias, esta mujer sigue sin ser detenida ni investigada debidamente». Stanley destacó que, aunque un fiscal atendió el caso con seriedad, el DICAT y varias fiscalías han sido ineficaces en la resolución del problema.

El profesional de la salud finalizó reiterando su preocupación por la seguridad de su familia y el impacto negativo que esta situación sigue teniendo en su vida personal y profesional.

 

 

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