“Clerén adulterado cobra la vida de 15 miembros de banda haitiana”
Al menos 15 miembros de la banda haitiana conocida como “103 zombies” fallecieron tras consumir clerén envenenado. El trágico suceso tuvo lugar después de que el grupo delictivo asaltara un negocio en las cercanías de Gressier y Léogane, dos localidades rurales de Haití. Según reportes preliminares, las víctimas habrían ingerido el alcohol sin saber que estaba contaminado, lo que resultó en una intoxicación masiva.
El clerén es un licor destilado de forma artesanal, ampliamente consumido en Haití. Sin embargo, este tipo de bebida suele producirse en condiciones clandestinas y sin regulaciones, lo que incrementa de manera significativa el riesgo de que sea adulterado o contaminado. Este incidente evidencia los graves peligros asociados al consumo de alcohol ilegal en la región, un problema que ha venido creciendo en los últimos años.
La Policía Nacional de Haití (PNH) fue la encargada de descubrir los cuerpos de los fallecidos en el lugar del suceso. Durante el operativo, las autoridades también confiscaron las armas que portaban los integrantes de la banda. Aunque los informes no han detallado si hubo otros afectados o víctimas adicionales, la investigación sigue su curso para determinar la procedencia exacta del clerén adulterado y cómo llegó al establecimiento asaltado por los delincuentes.
La banda “103 zombies” es ampliamente conocida por operar en diversas zonas rurales del país, particularmente en Gressier y Léogane. Se les vincula con diversas actividades delictivas, que incluyen robos, extorsión y tráfico de armas. En esta ocasión, tras asaltar el negocio, los miembros del grupo consumieron el alcohol presente en el lugar, sin percatarse de que estaba contaminado.
Las autoridades haitianas han iniciado una investigación para rastrear el origen del clerén envenenado, pero hasta el momento no han revelado detalles sobre el productor o distribuidor de la bebida adulterada. Tampoco se ha informado de manera oficial sobre posibles arrestos o declaraciones por parte de la PNH, que sigue trabajando para esclarecer los hechos.
Este caso pone en relieve una problemática recurrente en Haití: la comercialización y consumo de alcohol adulterado. En un país donde el control sobre la producción de bebidas alcohólicas es limitado, la población queda expuesta a peligros como intoxicaciones masivas y envenenamientos, que en muchos casos pueden ser mortales. Las autoridades han señalado anteriormente que este tipo de incidentes es una preocupación creciente, y han instado a la población a evitar el consumo de productos que no cuenten con las debidas garantías de seguridad.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue observando con preocupación el aumento de la violencia en Haití, agravada por la presencia de bandas armadas como “103 zombies” que operan impunemente en varias zonas del país. Este incidente, además de la tragedia humana, es un recordatorio de la crisis estructural que afecta tanto a la seguridad como a la salud pública en el país caribeño.
La Policía Nacional de Haití continúa con las investigaciones, aunque hasta ahora no se han emitido declaraciones adicionales sobre el avance del caso.