Marta Luisa de Noruega y Durek Verret: Una boda real que desafía las tradiciones

La boda de la princesa Marta Luisa de Noruega y Durek Verret, un autoproclamado chamán estadounidense, marca un hito en la historia reciente de la monarquía europea. La pareja, que ha estado en el centro de la atención mediática debido a sus controvertidas creencias y decisiones, celebró su unión en Geiranger, una pintoresca localidad noruega famosa por sus imponentes fiordos. La ceremonia, que culminó tres días de festividades, fue un evento íntimo al que asistieron 350 invitados, incluidos miembros de la realeza europea y figuras destacadas del mundo del entretenimiento.

 

Desde el comienzo, esta relación ha estado bajo el escrutinio público. Marta Luisa, quien afirma tener habilidades de clarividencia, y Verret, que se describe como un chamán de sexta generación, han desafiado las convenciones y tradiciones de la realeza noruega. Su boda no fue la excepción. La pareja vendió los derechos exclusivos de las fotografías a la revista Hello! y los cinematográficos a Netflix, generando controversia en los medios noruegos que ven en estos acuerdos una ruptura con las prácticas locales.

 

Marta Luisa, vestida con un elegante traje de novia color marfil y la tiara del Rey Olav, y Verret, con un esmoquin negro complementado con detalles dorados que evocaban el siglo XVIII, sellaron su amor en una ceremonia que, según las palabras de la princesa, representa el triunfo del amor contra todo pronóstico. "El amor lo trasciende todo porque es la energía original que todos somos en el planeta", expresó Verret.

 

El Rey Harald de Noruega, a pesar de su delicado estado de salud, asistió junto a la Reina Sonia y otros miembros de la familia real, aunque notablemente ausente estuvo la mayoría de la realeza europea. Solo la princesa heredera Victoria de Suecia y su familia representaron a las casas reales vecinas. También estuvieron presentes las tres hijas de Marta Luisa, fruto de su anterior matrimonio con Ari Behn.

Este matrimonio no solo pone de manifiesto las tensiones dentro de la realeza noruega, sino también el cambio en la percepción pública de la monarquía. A pesar de su amor, la pareja ha sido objeto de críticas debido a sus creencias y decisiones, lo que ha afectado la imagen de la familia real. A modo de acuerdo, Verret no recibirá título ni funciones oficiales, y la princesa ha decidido no representar oficialmente a la casa real, un movimiento que refleja la creciente distancia entre la pareja y las expectativas tradicionales de la monarquía.

 

La celebración, que comenzó con una fiesta de bienvenida en Alesund, incluyó un evento temático latino la noche previa a la boda, mostrando una vez más el carácter singular de esta pareja. Aunque Marta Luisa y Verret han decidido no lucrar con su conexión real, sus acciones y decisiones siguen siendo motivo de debate, especialmente en el contexto de su reciente etiquetado de ginebra, que fue cambiado tras la intervención del Rey Harald.

 

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