Dejó la Carrera de Medicina para Dedicarse al Concho: La Historia de Jeremy

El contenido aborda la historia de Jeremy, un joven que decidió dejar la carrera de Medicina para dedicarse al concho como motorista en la ciudad. La entrevista se realiza en un contexto informal, donde Jeremy cuenta su experiencia y los desafíos que enfrenta como motorista.

Jeremy comenzó a trabajar como motorista hace aproximadamente ocho años, cuando nació su primera hija. Inició con un motor alquilado, pagando 200 pesos diarios, y desde entonces ha trabajado en varias paradas, incluyendo la parada de la Farmacia Corcino. En sus inicios, Jeremy tuvo que lidiar con la "demagogia" de algunos compañeros que monopolizaban la clientela, lo que lo llevó a cambiar de parada varias veces para encontrar un ambiente más favorable.

Dentro de la organización de las paradas, Jeremy explica que existe un orden basado en la llegada de los motoristas, donde cada uno debe esperar su turno para atender a los pasajeros. Sin embargo, no todos respetan estas reglas, y algunos se saltan el turno, lo que crea conflictos.

Actualmente, Jeremy tiene una clientela estable, que incluye ocho estudiantes, con quienes tiene acuerdos semanales. En un día de trabajo, puede ganar entre 2,500 y 2,800 pesos, lo que lo motiva a seguir en este oficio a pesar de los desafíos. Jeremy menciona a otros compañeros como Carlito y Cristian, quienes también se destacan por ganar bien en el concho, con Cristian logrando hasta 3,800 pesos diarios.

A pesar de haber dejado la universidad, Jeremy no descarta la posibilidad de retomar sus estudios en Medicina, pero señala que el concho le ofrece una estabilidad económica que difícilmente encontraría en un empleo formal, dado que los salarios en República Dominicana oscilan entre 15,000 y 20,000 pesos mensuales.

Además de su trabajo en la parada, Jeremy ha intentado otras formas de ganar dinero, como trabajar en plataformas de transporte como Uber, pero siempre regresa al concho porque es donde se siente más seguro y estable.

En cuanto a la relación con la policía, Jeremy asegura que, al estar debidamente identificado y cumplir con las normativas, no ha tenido problemas significativos. A pesar de los estigmas que existen en la sociedad hacia los motoristas, Jeremy destaca que muchos de ellos tienen otras profesiones y utilizan el concho como una fuente adicional de ingresos.

Finalmente, Jeremy expresa su deseo de superarse y ofrecerle un mejor futuro a su hija, mencionando que además de su trabajo como motorista, estudia Medicina y asiste a cursos en INFOTEP.

La entrevista concluye con una reflexión sobre la percepción social de los motoristas, instando a la sociedad a no subestimar a quienes se dedican a este oficio, ya que muchos de ellos son trabajadores esforzados que buscan mejorar sus vidas y las de sus familias.

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