La Faisa cuenta entre lagrimas como salio embarazada de su mejor amigo

Pamela relata su historia de vida, marcada por la ausencia de su padre durante su infancia. Pamela recuerda cómo su padre nunca asistió a sus cumpleaños ni eventos escolares, a pesar de vivir en el mismo pueblo. En contraste, Julio, un hombre que la crió con amor, siempre la trató como su propia hija.

Pamela encontró consuelo en la amistad de su mejor amigo. Compartían todo, desde confidencias sobre sus relaciones hasta sus preocupaciones diarias. Sin embargo, esta amistad se tornó compleja cuando ella quedó embarazada de su amigo en noviembre, una experiencia que la dejó profundamente herida y llena de resentimiento.

La traición de su amigo, quien desapareció de su vida y la bloqueó en todas partes, la sumió en una profunda tristeza. A pesar de los pensamientos negativos y el rencor, Pamela intentó seguir adelante, apoyándose en su fortaleza y en los recuerdos de Julio, quien siempre la quiso y apoyó.

Pamela también habla de su difícil infancia. Pamela vivía con su abuela y su tía, y su madre era madre soltera desde que ella tenía dos meses. La relación con su padre mejoró con el tiempo, pero los primeros años fueron duros, ya que Pamela sentía la ausencia de su padre y la veía como una señal de que no le importaba.

La resiliencia de Pamela la llevó a buscar maneras de salir adelante desde muy joven. A los 10 años, vendía pulseras y otros artículos para ganar dinero. A los 14 años, conoció a un joven con un negocio de hookahs y vio una oportunidad de negocio, vendiendo productos en su comunidad.

Pamela se mudó a Delaware, EE. UU., a una edad temprana. Enfrentó muchas dificultades, como el idioma y la adaptación a una nueva cultura. Lloraba en los baños de la escuela por no entender el inglés, pero su determinación la llevó a graduarse de la secundaria. Después, trabajó limpiando baños para pagar sus estudios universitarios y eventualmente consiguió un trabajo en un banco.

A los 19 años, Pamela se mudó a un apartamento con su madre y su novio. La relación no duró mucho, ya que él la presionaba para elegir entre la universidad y el trabajo. Después de tres meses, se dio cuenta de que la relación no funcionaría y decidió enfocarse en su crecimiento personal y profesional.

La amistad con su mejor amigo, que había comenzado como un refugio emocional, se transformó en una relación complicada. A pesar de que él tenía una pareja en la República Dominicana, mantenían una relación cercana. Pamela quedó embarazada y, al darse cuenta de que no quería continuar con esa relación, su mundo se desmoronó. La situación la llevó a buscar terapia para lidiar con el dolor emocional.

Finalmente, Pamela perdió al bebé y regresó a Delaware, enfrentando dificultades para encontrar trabajo. A pesar de los desafíos, sigue luchando por salir adelante, apoyada por su familia y recordando siempre el amor y el apoyo incondicional de Julio, quien fue una figura paterna en su vida.

La historia de Pamela es un testimonio de resiliencia y fortaleza ante las adversidades. A pesar de las traiciones y las dificultades, ha encontrado la manera de seguir adelante y continuar construyendo su vida con determinación y esperanza.

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