un zoológico de California

En 2004, en un zoológico de California, una tigresa dio a luz a cachorros que nacieron prematuramente y fallecieron poco después debido a su pequeño tamaño.

Tras recuperarse del parto, la tigresa comenzó a mostrar signos de declive en su salud, aunque físicamente estaba en buen estado. Los veterinarios atribuyeron este deterioro a la depresión causada por la pérdida de su camada. Consideraron que si la tigresa podía cuidar de nuevos cachorros, podría mejorar su estado emocional.

Al consultar con otros zoológicos en todo el país, descubrieron que no había cachorros de tigre de la edad adecuada disponibles para introducirlos a la madre en duelo. Ante esta situación, los veterinarios decidieron intentar una solución poco convencional: introducir crías de otra especie.

El único grupo de huérfanos que pudieron encontrar rápidamente fue una camada de cerdos destetados. Los cuidadores y veterinarios del zoológico envolvieron a los lechones en ropajes que imitaban la piel de tigre y los colocaron junto a la tigresa bajo supervisión constante. Sorprendentemente, la tigresa aceptó y adoptó a los lechones como si fueran sus propios cachorros.

Este evento, a pesar de haber ocurrido hace varios años, ha resurgido y se ha vuelto viral debido a la impresionante muestra de instinto maternal y adaptabilidad en la naturaleza.

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