Se hizo un tratamiento para la celulitis pero terminó en silla de ruedas: “Quiero volver a mi vida normal”
Brasil – Ester Maia Corecha da Silva, una joven de 25 años, quedó en silla de ruedas luego de someterse a un tratamiento estético no regulado que buscaba eliminar la celulitis y la grasa abdominal. El procedimiento, realizado en una residencia de enfermeras, resultó en complicaciones graves para la joven madre, quien ahora enfrenta una vida con movilidad severamente reducida.
Según reportes, Ester, que también es madre de una niña con autismo, acudió a un lugar privado para la intervención estética. A pesar de sus reservas iniciales sobre el entorno no clínico del procedimiento, decidió continuar con la esperanza de mejorar su apariencia física. Sin embargo, poco después del tratamiento, comenzó a experimentar un intenso dolor y una notable inflamación en los glúteos.
Fábio Santiago, cirujano plástico en Brasil, advirtió sobre los riesgos de estos procedimientos. “Aparte del ácido hialurónico, no existe ninguna otra sustancia considerada segura para dar volumen a los glúteos. Otros tipos de sustancias pueden ser extremadamente nocivas para el organismo”, señaló Santiago, subrayando la importancia de recurrir únicamente a tratamientos aprobados y supervisados por profesionales médicos calificados.
La gravedad de la situación llevó a Ester a ser trasladada de urgencia a un hospital, donde fue diagnosticada con quistes y tejidos anormales que se habían extendido hasta el coxis. Los médicos informaron que el daño resultante fue tan severo que la joven quedó incapaz de caminar por sus propios medios, viéndose confinada a una silla de ruedas.
Ester relató la angustiosa experiencia y su actual condición de salud: “Necesito fisioterapia y tratamiento para poder volver a caminar y recuperar mi vida normal”. A pesar de su estado crítico, mantiene la esperanza de recuperar su movilidad y volver a una rutina diaria que incluya cuidar a su hija.
Este caso resalta la necesidad de una regulación más estricta y la concienciación sobre los riesgos asociados con procedimientos estéticos no probados. La falta de evidencias científicas y la aplicación de sustancias inseguras pueden tener consecuencias devastadoras, como se evidencia en el caso de Ester Maia Corecha da Silva.
