Familiares de Raysa Guzmán
En medio de una escena de dolor y exigencia de justicia, la madre de Raysa Guzmán, la joven sargento del Ejército de la República Dominicana, asesinada por su pareja, ha demandado que el responsable de su muerte "se refunda en la cárcel" para pagar por el crimen que dejó a dos niños huérfanos y una familia devastada.
Laila Guzmán, madre de Raysa, expresó su desgarrador testimonio durante el funeral de su hija, realizado el miércoles en el cementerio de Cristo Rey. “JUSTICIA, que ese criminal se refunda en la cárcel, porque me dejó a dos niños huérfanos, me dejó sin mi hija hembra, dejó a mi madre destr0zada y a toda mi familia. Dejó varios corazones rotos y tiene que pagar”, fueron sus emotivas palabras en medio del dolor por la irreparable pérdida.
José Rafael García Hernández, de 38 años, colmadero y expareja de Raysa, ha sido enviado a prisión preventiva por seis meses por la Oficina de Atención Permanente. Según los informes, el crimen ocurrió el pasado fin de semana en un colmado del sector Villas Agrícolas, donde García atacó a Raysa con un arma blanca, causándole la muerte.
El tribunal determinó que García Hernández actuó con premeditación y asechanza, violando varios artículos del código penal y la Ley 631-16 sobre el Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados. La medida de coerción impuesta deberá cumplirse en la cárcel El Pinito de La Vega.
La familia de Raysa, profundamente conmocionada, ha manifestado su confianza en el sistema judicial, esperando que el agresor reciba una sentencia acorde a la gravedad de sus actos. En sus declaraciones, Laila Guzmán también hizo un llamamiento a las autoridades para que implementen nuevos mecanismos destinados a prevenir feminicidios en el país. Subrayó la necesidad de medidas más efectivas para proteger a las mujeres de la violencia de género, evitando que tragedias como la sufrida por su hija se repitan.
Este caso se suma a una preocupante serie de feminicidios en la República Dominicana, un fenómeno que ha suscitado intensos debates sobre la necesidad urgente de reformas en la legislación y en los programas de protección a víctimas de violencia doméstica. La comunidad ha expresado su solidaridad con la familia de Raysa y ha demandado acciones concretas para asegurar que la justicia prevalezca y que se fortalezcan las medidas de prevención contra la violencia de género.
La trágica pérdida de Raysa Guzmán no solo ha dejado un vacío inmenso en su familia y amigos, sino que también ha servido como un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad de las mujeres frente a la violencia de género en la sociedad. La urgencia de implementar políticas más estrictas y eficaces se hace evidente, mientras la familia de Raysa y la comunidad en general claman por justicia y un cambio profundo en la manera de abordar estos delitos.
El sistema judicial y las autoridades pertinentes están bajo el escrutinio público para garantizar que se haga justicia en este caso, y se espera que las medidas adoptadas sirvan para prevenir futuras tragedias y proteger a las mujeres en situaciones de riesgo.
