Su travesía comenzó en 1997, cuando, a la edad de 14 años, se reunió con su madre, una arquitecta y madre soltera que había buscado una vida mejor en Estados Unidos. Sin embargo, la estabilidad económica de su madre no garantizó un hogar propio, y Manny encontró refugio en la sala de espera de una oficina dental, una experiencia que marcó sus primeros días en suelo estadounidense.
A pesar de las dificultades iniciales, Manny no se desvió de sus metas. Su madre trabajaba arduamente en una factoría de cerveza durante el turno nocturno, lo que limitaba su tiempo juntos. Este sacrificio inicial allanó el camino para que Manny estudiara, trabajara y eventualmente adquiriera acciones en una empresa que le abrió las puertas al mundo de las inversiones.
Nacido y criado en el sector de Herrera, Manny demostró desde joven un interés por emprender. Su educación en el colegio Calasanz del Distrito Nacional le proporcionó las herramientas necesarias para forjar su camino. La determinación y el apoyo financiero de su madre fueron las claves que le permitieron completar la primaria y emigrar en busca de oportunidades económicas.
Con una pasión por las ciencias exactas, Manny ingresó a una escuela de transición para aprender inglés antes de trasladarse a un colegio público especializado en ciencias y matemáticas, donde cultivó sus habilidades. Su inclinación por la ingeniería aeroespacial se consolidó durante la universidad, donde participó en una competencia de diseño auspiciada por la NASA y posteriormente se especializó en dicha rama.
Su carrera profesional dio un giro inesperado cuando, tras trabajar en la división aeroespacial de General Electric, decidió explorar el mundo de las finanzas. Franjul regresó a Cornell para obtener una maestría en Administración de Empresas, marcando así el inicio de su exitosa carrera en inversiones.
Actualmente, como socio en Frontier Capital, Franjul maneja una estrategia de inversión llamada Small Gap Value, enfocada en empresas con desafíos en el mercado. Su ascenso desde analista hasta socio refleja no solo su habilidad sino también el respaldo de aquellos que reconocieron su potencial desde el principio.
Fuera de su éxito profesional, Manny no olvida sus raíces y se ha convertido en un filántropo comprometido. Apoya organizaciones como la coalición MIRA, dedicada a la educación y capacitación de inmigrantes, y la fundación Mariposa en la República Dominicana, que brinda oportunidades a niñas de bajos recursos.
En una entrevista, Manny aconseja a los inmigrantes perseverar, enfocarse en el largo plazo y evitar deudas, adicciones y avaricia. Su historia es un testimonio de que el éxito puede alcanzarse con determinación y sacrificio, sin perder de vista la responsabilidad social.
Con planes de continuar liderando en Frontier Capital y contribuir aún más al ámbito social, Emmanuel Franjul es un ejemplo inspirador de cómo el sueño americano puede convertirse en realidad para aquellos dispuestos a enfrentar desafíos con valentía y dedicación.