El encuentro, que atrajo a una multitud récord de 36,677 espectadores, dejó a los Tigres sin su ansiado 12mo título. El manager del equipo, Gilbert Gómez, reconoció la calidad del juego de los campeones venezolanos y elogió su merecido triunfo.
A pesar de la derrota, Gómez expresó su orgullo por el desempeño del equipo durante la Serie del Caribe y la temporada de invierno. "Batallamos y llegamos al último partido de la serie. Muy contento con el grupo que batallaron por situaciones, molestias, no solo durante la Serie del Caribe, sino también en la temporada del invierno. Estoy orgulloso del equipo completo", afirmó el dirigente.
Las interrogantes surgieron sobre la estrategia de juego, especialmente en la decisión de dejar al abridor César Valdez en la loma para el quinto episodio. Aunque Valdez dominó los primeros tres innings, el cuarto episodio vio un elevado de sacrificio de Alcides Escobar y un triple impulsador de Hernán Pérez en el quinto, lo que marcó el declive del lanzador.
El manager defendió la elección de dejar a Valdez en el juego, explicando que confiaban en él para enfrentar a Pérez. Sin embargo, el resultado no fue el esperado, y la tercera anotación llegó por obra del relevista Jonathan Aro tras el triple de Pérez.
En cuanto a la ofensiva, los Tigres no pudieron capitalizar una oportunidad crucial en la sexta entrada. A pesar de tener a Robinson Canó en base y Dawel Lugo en la inicial, la oportunidad se esfumó cuando Yadiel Hernández fue retirado con una rodada al campocorto.
Canó, quien tuvo una destacada actuación en el evento con tres imparables, felicitó a los Tiburones y al dirigente Ozzie Guillén por su primer campeonato. "Felicidades a Venezuela. Hicieron un gran trabajo, hay que darle su mérito, y que disfruten este campeonato", expresó Canó, quien fue nombrado al Equipo Estelar de la Serie del Caribe.
Aunque los Tigres del Licey no lograron su objetivo en esta edición de la Serie del Caribe, el equipo y su manager destacaron la entrega y el esfuerzo durante el torneo, dejando abierta la puerta para futuras oportunidades de gloria en el béisbol caribeño.