Ante el tribunal presidido por el juez Alfonso Guevara, Furcal, madre soltera de tres niños, expresó que en su trabajo sufría maltrato y que, a pesar de reconocer su error, desea preservar su vida. Llorando, rogó no ser enviada a República Dominicana, donde afirmó que "vale más el dinero que la vida de una persona".
Su defensa argumentó contra la extradición basándose en las "escasas garantías" a la integridad de Furcal una vez en prisión en el país. La letrada señaló el temor real de la fugitiva a represalias y explicó que se le había denegado el asilo, pero había recurrido y solicitado la cautelar de suspensión.
Por otro lado, la Fiscalía respaldó la entrega de Furcal al país caribeño, argumentando que se cumplen todos los requisitos para la extradición. El fiscal Carlos Bautista afirmó que, al serle denegado el asilo, no se puede entender que esté pendiente de resolución.
Furcal, reclamada por República Dominicana, fue detenida en agosto del pasado año en Madrid. Se le imputa la adquisición de documentación falsa y el uso de identidad colombiana para evadir a la justicia.
Los hechos se remontan a abril de 2022, cuando Furcal, tras una discusión, acuchilló al encargado de la ferretería, causándole una herida mortal. La búsqueda de la fugitiva, considerada de extrema peligrosidad, se inició en julio de ese mismo año, y su rastro la llevó a pasar por Colombia, Brasil, Francia y finalmente España.
La detención se llevó a cabo en el distrito madrileño de Tetuán, donde la habilidad de Furcal para evadir a la justicia complicó su identificación. Su captura fue posible mediante el cotejo de huellas, a pesar de haber cambiado su apariencia y usar documentación falsa.