Residentes de Cambita revelan algo que esta pasando luego de no estar su «protector» Kiko La Quema

San Cristóbal. — En el municipio de Cambita Garabito, ubicado en la provincia San Cristóbal, mencionar a José Antonio Figuereo Bautista, conocido como Kiko La Quema, es evocar el nombre de una figura que los residentes consideraban su «protector». A cuatro meses de su fallecimiento, ocurrido durante un enfrentamiento con agentes de la Policía Nacional, varios habitantes de la zona aseguran que ha surgido una ola de delincuencia en la región, y afirman que los criminales llevan a cabo sus actividades a cualquier hora del día.
Isabel, residente del sector 15 de Agosto, expresó: “Desde que dan las 6 de la tarde, uno tiene que cerrar sus puertas, porque no tenemos seguridad. No podemos salir de madrugada; están atracando en cualquier lugar. Nos están acabando (…) Ahora que eliminaron a Kiko, nos están acabando a nosotros”. Isabel sostiene que el área se ha convertido en un escenario de tiroteos, y señala que muchas personas que recibían apoyo de Kiko están ahora enfrentando graves dificultades. "Kiko lo que hacía era mantener el orden. Él vendía su mercancía, y aunque no se puede apoyar lo mal hecho, él ayudaba a mucha gente. Hay personas que no comen si no les dan algo, porque Kiko los mantenía”, agregó Isabel.
Santos Heredia, otro residente, coincidió con Isabel en que la delincuencia ha aumentado. Heredia afirmó que los delincuentes se dedican a asaltar bancas de juegos de azar y a despojar a los motoristas de sus vehículos. “Después que mataron a ese señor, ha habido robos y asaltos, especialmente en las bancas y a motoristas. Es un desastre”, declaró.
Por otro lado, algunos comerciantes han minimizado la magnitud de la inseguridad en Cambita. Kelly, propietario de un negocio de venta de piezas de vehículos, comentó que la situación no ha cambiado significativamente, señalando: “Aquí siempre pasan incidentes, pero no es tan alarmante (…) La delincuencia siempre ha sido así”.
José Antonio Figuereo Bautista, conocido como Kiko La Quema, era considerado uno de los delincuentes más buscados por las autoridades. Estaba acusado de múltiples delitos, incluyendo homicidios, robos, secuestros, sicariato, microtráfico, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos. Además, Kiko era señalado como el líder de una organización criminal que operaba en Cambita Garabito. Los comunitarios lo vinculaban a la muerte de más de 20 personas y a la comercialización de drogas en las áreas circundantes de San Cristóbal y Baní, en la provincia Peravia. En los meses previos a su muerte, el presidente Luis Abinader había instado a Kiko La Quema a entregarse a las autoridades durante una de sus ruedas de prensa en el Palacio Nacional.