En una semana, van más de 13

En la última semana, alrededor de 13 personas han perdido la vida a causa de disparos, ya sea en enfrentamientos con la Policía Nacional (PN) o en conflictos entre antisociales. Estos sucesos violentos se han producido en distintos contextos, desde intercambios de disparos con la policía hasta rencillas personales y ajustes de cuentas en puntos de drogas. El común denominador en todos estos eventos ha sido el uso de armas de fuego. El recuento de estos hechos sangrientos se ha registrado desde el 28 de junio hasta el 4 de julio, abarcando exactamente una semana.
Intercambio de disparos con la Policía Nacional
El incidente más reciente tuvo lugar este jueves, durante un allanamiento en el distrito municipal del Palmar. Según fuentes, agentes de la PN mataron a un joven en una vivienda en dicha localidad. Andrés Julio Ricardo (Guevi), exdirector municipal de Palmar, relató que la policía sacó a cuatro jóvenes de la vivienda —tres mujeres y un hombre— siendo este último tiroteado y falleciendo en el acto. No se disponen de más detalles sobre el caso, pero se informó que los agentes se llevaron a las tres jóvenes.
El martes pasado, la PN reportó la muerte de Pedro Pablo Puello, alias "Doble" o "Pichi", quien era buscado activamente por múltiples delitos, incluyendo homicidio. El hecho ocurrió tras un enfrentamiento con una patrulla que lo seguía en la avenida Charles de Gaulle, en Santo Domingo Este. Puello falleció mientras recibía atención médica en el Hospital Docente Universitario Dr. Darío Contreras, debido a múltiples heridas de bala.
En Santiago, la PN informó que dos de tres antisociales murieron durante un asalto a mano armada en un establecimiento comercial. Los fallecidos fueron identificados como Yeudi Lami Almonte, alias "Jol", y Jonathan Julio Florentino.
Además, en un hecho en Pueblo Nuevo, San Cristóbal, fue abatido Jonatan Collado, alias "Jon Banqueta", quien enfrentó a los agentes policiales. Collado tenía varias órdenes de arresto, incluida una por el asesinato de un comerciante.
En Las Terrenas, Samaná, cayeron abatidos Pepe Diente y un nacional haitiano que lo acompañaba, tras enfrentarse a agentes policiales. Pepe Diente era buscado por la comisión de múltiples delitos.
Dos delincuentes, integrantes de una peligrosa banda en Santo Domingo Este, murieron en un enfrentamiento a tiros con la PN. Se trata de Deivy Reyes, alias "Dilon", residente en Los Mina, y "Chukito", residente en Los Coquitos de Boca Chica. Ambos fallecieron mientras recibían atención médica.
Ajustes de cuentas y rencillas personales
En San José de Las Matas, Santiago, la PN abatió a Braly Antonio Nina Rodríguez, alias "Bejino", durante labores de patrullaje. Según el reporte policial, "Bejino" atacó a tiros a los agentes con una pistola Smith & Wesson, iniciando una persecución que terminó con su muerte debido a las heridas recibidas.
El mismo martes, un joven identificado como Ángel Manuel Ovalle Disla, de 20 años, fue encontrado muerto con dos impactos de bala en la calle principal de Palmar Arriba, Villa González, Santiago. Ovalle Disla trabajaba como repartidor en el colmado de su padre, y sus familiares desconocen las circunstancias del hecho.
En un tiroteo en un supuesto punto de drogas conocido como "El Punto de Margaret" en Yamasá, un hombre conocido solo como Wellington o "Chamo", perdió la vida. En el mismo incidente, Máximo Cabrera Mateo resultó gravemente herido y fue trasladado al Hospital Ney Arias Lora. Las circunstancias exactas del tiroteo no han sido aclaradas hasta el momento.
Por otra parte, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, un hombre mató a un policía y a su sobrino en un acto de violencia. Las víctimas fueron identificadas como Julio Ernesto Mercedes Soto, de 49 años, miembro de la PN, y José Ernesto Abad Mercedes, de 40 años. Los familiares de las víctimas señalan a un hombre identificado como Jairo, con quien Julio Ernesto supuestamente tenía rencillas.
La violencia de la última semana refleja una preocupante tendencia en la que la confrontación entre fuerzas de seguridad y delincuentes, así como los conflictos personales y ajustes de cuentas, han cobrado numerosas vidas, poniendo de manifiesto la urgente necesidad de abordar el problema de la violencia armada y la criminalidad en el país.