Nuria Piera muestra secretos de la Inesperada Pérdida de Paula Santana Escalante

Santo Domingo – Ocho meses han pasado desde el hallazgo del cuerpo de Paula Santana Escalante en las instalaciones de la empresa Oscor Caribe, donde trabajaba. Aunque se han realizado avances en la investigación, los responsables de su muerte aún no han sido identificados, manteniendo la incertidumbre en la comunidad y entre sus seres queridos.
Paula, de 23 años, proveniente de una familia de escasos recursos, trabajaba arduamente en la empresa con el objetivo de financiar sus estudios en Inter Aviation Services (IASCA). Su meta era convertirse en azafata y cumplir el sueño de viajar por el mundo.

La alarma sobre su desaparición se encendió cuando su madre, Joanny Escalante, no recibió el mensaje habitual que Paula solía enviarle al terminar su turno nocturno. Ante la falta de comunicación, su supervisora reportó su ausencia, lo que desencadenó una búsqueda inmediata dentro de las instalaciones de Oscor Caribe. La preocupación creció entre sus compañeros y la comunidad.
Testigos presenciales relataron haber observado comportamientos inusuales en Joaquín Alexander Hidalgo Marte, guardia de seguridad de la empresa, quien mostraba signos de nerviosismo y se ausentó de su puesto durante su horario de trabajo. Además, se dio a conocer que existían denuncias previas de acoso por parte de Hidalgo Marte hacia otras trabajadoras de la empresa.
El Ministerio Público señaló a Hidalgo Marte y a Alex Elvin Cruz Díaz, técnico de esterilización, como los principales sospechosos del asesinato de Paula. No obstante, el 13 de septiembre, ambos fueron liberados por falta de pruebas contundentes, lo que dejó el caso sin resolución y generó una profunda frustración entre los familiares de la víctima y la sociedad que clama por justicia.
El informe forense concluyó que Paula falleció debido a asfixia mecánica causada por estrangulamiento manual, y se encontraron indicios de violencia sexual. Las lesiones en los sospechosos levantaron sospechas sobre posibles intentos de defensa por parte de Paula o malos tratos sufridos durante su detención. Sin embargo, estas evidencias no fueron suficientes para vincular de manera concluyente a los acusados con el crimen.
A pesar de las sanciones impuestas al Ministerio de Trabajo y las declaraciones públicas de la empresa Oscor Caribe, el asesinato de Paula Santana Escalante continúa siendo un misterio sin resolver. Su familia y la comunidad siguen demandando justicia, mientras el caso permanece abierto, y las autoridades enfrentan críticas por la falta de progreso en la resolución del crimen.
Este trágico episodio ha dejado una huella imborrable en la comunidad, y la familia de Paula no cesa en su lucha para que se haga justicia por la joven que soñaba con volar por el mundo, pero cuya vida fue trágicamente interrumpida.